Ajustada victoria en un partido crucial para evitar el descenso de categoría.

Como viene siendo habitual en las últimas jornadas llegábamos con bajas muy importantes a este encuentro, bajas que además condicionan nuestra forma de jugar. Como consecuencia de ello salimos al campo con un ritmo de juego mucho menor que en otras ocasiones, más preocupados de no cometer fallos que de hacérselos cometer al rival. En los primeros minutos nuestro ataque funcionó, atacando con tranquilidad y encontrando a nuestros pívots en la zona. Pero en defensa nos veíamos constantemente superados, privados de dos armas fundamentales en lo que va de temporada como la presión a todo campo y el rebote (tanto ofensivo como defensivo).

En cuando los tiros dejaron de entrar los palentinos se distanciaron en el marcador. Cada minuto que pasaba los visitantes eran más superiores conscientes de que su primera victoria este año estaba a su alcance. Mientras, nosotros vivíamos una auténtica pesadilla. Solo Fernández conseguía anotar en un equipo anímicamente muy tocado.

En el descanso la consigna era muy clara: a falta de buen juego, carácter. Pero nada mejoraba, y a falta de 15 minutos el resultado era 32-47 y nuestras posibilidades de remontar, escasas. La derrota pudo haber sido abultada de no ser por la aparición de Domingo. En un minuto robó un balón que acabó en canasta y consiguió un 2+1 y un triple.

El parcial 8-0 hizo que volviéramos a estar en partido pero sobre todo consiguió que a los palentinos les entrase miedo a ganar. Llevábamos ya bastante tiempo refugiados en una zona 2-3 que a partir de entonces colapsó el ataque visitante. Sus dudas nos dieron alas y rápidamente conseguimos igualar el marcador.

Quedaba lo más difícil, consumar la remontada. En el último cuarto los dos equipos alternamos canastas. De nuevo fueron dos triples de Domingo los que nos hacían llegar al último minuto con el partido igualado. Los tiros libres iban a decidir el choque y fue Pipo el que consiguió anotarlos para darnos una victoria con muy poco juego pero mucha fe y, por qué no decirlo, bastante suerte.

Segunda victoria de la temporada ante los palentinos de Maristas Caja Duero.

El encuentro tuvo dos fases claramente diferenciadas. En los primeros 17 minutos se pudo ver un partido igualado en el que los ataques predominaron sobre las defensas. Los locales nos plantearon un juego de gran velocidad usando en todo momento una defensa individual a todo campo muy agresiva. Nuestra superioridad debajo de los tableros nos hizo en este tramo del encuentro anotar con cierta regularidad. Sin embargo no supimos frenar sus rápidas transicciones ofensivas, que junto a algunos problemas de faltas en el primer cuarto hicieron que la victoria se pusiera por momentos cuesta arriba.

La situación cambió bruscamente al filo del descanso. Por fin pudimos enlazar varias acciones defensivas acertadas y conseguimos varias canastas fáciles que nos daban 10 puntos de ventaja para afrontar la segunda parte. La salida al campo tras el parón fue excelente, ahora sí con gran intensidad en ambos lados de la cancha. La ventaja fue aumentando durante todo el tercer cuarto hasta dejar ya decantado el choque.

Con esta victoria se confirma nuestro gran inicio de temporada, muy importante para nosotros ya que, al margen de la clasificación, nos hemos demostrado a nosotros mismos que podemos competir con los mejores conjuntos de la categoría.