Jugar en el Pabellón Huérfanos Ferroviarios, al igual que en el Polideportivo Pisuerga, suele ser sinónimo de derrota y esta nueva visita no fue excepción.

El Colegio Leonés dominó de principio a fin el marcador del último encuentro del año 2011. Lo hizo basándose en Prosper, pívot que sobrepasa los 2 metros y que condiciona por completo el juego en los dos lados de la cancha. En ataque, a pesar de no estar del todo acertado, fue prácticamente imparable para nuestros pívots. En defensa intimidó todos los tiros que no fueran desde más allá de 5 metros. Y, sobre todo, consiguió que sus compañeros jugasen mucho más liberados, sabedores de que sus fallos podían ser solucionados más tarde por él.

Todo esto ya lo sabíamos de antemano por lo que, a diferencia de en la anterior jornada, salimos al campo sin ninguna presión y eso permitió que realizasemos un buen partido. Porque, más allá del resultado, durante varios tramos del encuentro, sobre todo en la primera parte, ofrecimos una mejor imagen que los leoneses.

Cualquiera que haya jugado al baloncesto entenderá rapidamente a qué me refiero: el equipo que pierde abultadamente está contento porque está desarrollando su juego involucrando a todos sus jugadores a la vez que consigue realizar acciones a priori muy difíciles contra un rival tan superior (en nuestro caso, varios tapones de Gorka y Pipo); el equipo que gana juega intranquilo porque debiera ganar de más hasta que el entrenador abronca a sus jugadores cómo si en realidad fueran perdiendo. Llegado este momento, el Colegio Leonés tiró de superioridad física para poner las cosas en sus sitio.

Finaliza así el año 2011, que ha sido excepcional para la categoría Junior de este club. El año pasado se rozó el campeonato de España, finalizando 3º de Castilla y León. Y este, con un equipo con tres jugadores de 2º año y ocho de 1º, tres de ellos nuevos en el club, nuestras opciones de salvar categoría y luchar por una nueva Final Four siguen intactas.

Primera derrota de la temporada ante el líder de la liga, el Colegio Leónes.

La clave de la derrota estuvo en la gran superioridad física de los leoneses. Jugador por jugador todos sus hombres eran superiores físicamente a nosotros. Esto hizo que atacar fuera muy difícil durante todo el encuentro ya que la defensa de sus exteriores nos ahogaba ya desde nuestro campo y, obviamente, debajo de los aros pocas cosas positivas podíamos sacar. En defensa decidimos ser agresivos pero al acertado tiro exterior visitante y su ventaja en la zona y en el rebote ofensivo se unieron ciertos despistes, sobretodo en el 2º y 4º cuartos, que fueron siempre penalizados.

Como se puede ver por el tanteo de cada cuarto el choque tuvo siempre la misma tendencia. Los leones dominaron con gran claridad mientras nuestros jugadores luchaban por igualar la desventaja física a base de intensidad. Destacar que todos los integrantes de nuestro conjunto lograron anotar y que hasta 3 tuvieron que abandonar prematuramente el encuentro por sendos golpes, lo que habla bien tanto de la dureza del rival como de nuestro esfuerzo.

La próxima jornada visitaremos a otro rival durísimo, el Blancos de Rueda.