Ganar 3 cuartos y solamente perder uno dice bastante del partido. Pudimos habernos llevado el choque pero nuestros errores y las escasas ideas en muchos momentos del encuentro nos lastraron excesivamente.

Fuimos un equipo muy aguerrido en defensa pero nuestros pocos centímetros no nos permiten dominar el rebote. A esto se suman múltiples despistes en defensa y la nula o escasa aportación en ataque en algunas jugadas sencillas, donde nuestros jugadores deben aportar mas valentía que la mostrada pues en verdad la victoria era valiosa hoy.

Un ejemplo de lo explicado anteriormente es como en el último minuto del partido, con un marcador de (68-71), tras fallo del rival capturamos el rebote pero inexplicablemente perdemos el balón bajo nuestra propia canasta, con su correspondiente penalización (68-73).

Tras una primera vuelta larga y dura, ahora que estamos encontrando un buen nivel de juego, sobre todo en aspectos como la entrega, el esfuerzo y el pundonor, vamos a acordarnos de las dolorosas y derrotas de esta segunda vuelta contra C.B. Atapuerca,  Blancos de Rueda y C.B. Palencia. Pero también hay que pensar que somos un equipo con muchos jugadores de primer año y reconocer su entrega y progresión.

Un dato bueno: metimos 71 puntos. Un dato malo: nos metieron 107. Un equipo que no defiende es imposible que gane. El rival, solo con tirar a canasta e ir al por el rebote ya metían canasta con segundos, terceros y cuartos tiros.

Se empezo con un esperanzador 0-4 a las 30 segundos, pero cuando solo se llevaba 1´26´´ ya se reflejaba en el marcador un 8-4. Inexplicable, con nuestros bases con miedo a subir el balón. Los palentinos pusieron un ritmo infernal en ataque y en defensa en la cuál nos perdimos en una vorágine de contraataques, llevándonos la peor parte. No me gusta dar nombres, pero en este cuarto el jugar sin angel hizo naufragar al equipo con un 38-10 sin nadie que parase el partido.

El resto del partido fue un vaivén de canastas para los dos equipos jugado a lo loco tras el primer cuarto. El parcial (22-29) del último cuarto y los 38 puntos de Ángel nos tienen que hacer pensar que así no vamos a ninguna parte hasta que no consigamos todos remar en la misma dirección.